Hola, mi nombre es Alex González.

Soy originario de Guatemala, un pequeño y hermoso territorio al norte de Centroamérica.

De entre todas mis pasiones y las cosas que me gustan, una de las que ha marcado mi vida, ha sido la tecnología, más específicamente, las computadoras y la programación o desarrollo de software, y es de eso de lo que mayoritariamente estaré escribiendo por ahora en este espacio.

Lago de Atitlán.
El lago más bello del mundo.
Lago de Atitlán, Sololá, Guatemala.
El lago más bello del mundo.

Corría el mes de Diciembre del año de 1992, y con 7 años de edad, tuve la buena fortuna de realizar mi primer viaje a Boston, EEUU.

Uno de los paseos que más atesoro es la visita al Museo de Ciencia de Boston.

En el museo existe una atracción llamada «El Teatro de la Electricidad», constando de tres componentes principales:

  • El Generador de Van de Graaff más grande del mundo.
  • Una Jaula de metal que es golpeada con cargas de un millón de voltios mientras una persona puede mantenerse a salvo en su interior.
  • Bobinas de Tesla capaces de producir medio millón de voltios.

Entre esa y muchas otras estaciones, se pueden encontrar: Una silla elevadiza que podes maniobrar con tus propias manos y la ayuda de poleas, un triciclo con llantas cuadradas y computadoras, muchas computadoras.

Fue en ese día que una inmensa curiosidad por la ciencia y la tecnología comenzó a crecer.

Años más tarde, allá por 1994, una tarde parecida a todas las demás, mi papá volvía del trabajo, y con él, unas cajas que contenían lo que sería la primera computadora para la familia. Era una x86 de las más recientes con sistema DOS y varias aplicaciones de ofimática.

Entre leer los manuales con que venía y aprender de las indicaciones de un técnico, empezamos a darle uso.

La curiosidad se apoderó de mi, y hurgando entre todos los directorios y archivos encontré lo que sería la chispa que encendería el fuego hacia el mundo de la programación.

Te mentiría si te dijera que recuerdo exactamente la forma en que dí con los archivos, pero logré dar con el código fuente de dos de varios juegos que venían incluidos con el sistema operativo.

Hechos con QBASIC, Nibbles, o el juego de la culebrita como le decimos acá, y Gorillas, que básicamente trata de dos gorilas tratando de matarse a bananazos.

Quedé extasiado al descubrir esas líneas de código, y aunque en el momento no entendía exactamente cada una de las instrucciones que se veían en esa pantalla de fondo azul, sabía que tenían el poder de indicarle a la computadora que es lo que debía hacer.

Por azares de la vida, tuve que estudiar una carrera en contabilidad, aún así, siempre me sentía inclinado a conocer más sobre el interesantísimo mundo de la computación.

Unos cuantos años, computadoras y manuales después, seguiría descubriendo el mundo de la programación de forma empírica.

Después de terminar las tareas, entre ver televisión, jugar nintendo y leer, dedicaba parte de mi tiempo libre a resolver ejercicios de programación.

Me encontraba en un punto en mi vida en el que la pregunta «¿Qué vas a estudiar en la universidad?» comenzaba a resonar cada vez con más fuerza.

Una tarde se encontraba de visita un amigo, cuatro años mayor que yo, y su novia, ambos estudiaban ingeniería en sistemas en la universidad, así que con mucho entusiasmo decidí mostrarles uno de los ejercicios que había resuelto en Visual Basic 6.

No te podría decir exactamente como fue la conversación, pero después de explicarle como lo había hecho y los recursos que había utilizado, más o menos me dijo: «si eso es lo que te gusta, deberías de estudiar ingeniería en sistemas».

Sin decir más, y a partir de ese momento ya sabiendo que era lo que quería estudiar en la universidad, decidí que cuando llegara el momento, haría los exámenes de admisión para ingeniería en sistemas.

Y así fue como después de ya varios años, me he dedicado al fascinante mundo de la programación y el desarrollo de software.

¿Por qué un blog?

«Si lo piensas, la misma naturaleza de la vida, me refiero desde el principio del desarrollo de la primera célula y su división en dos células, el propósito de la vida siempre fue compartir lo aprendido. No hay un propósito más alto. Y si me preguntas que hacer con el conocimiento que estás acumulando te diría: compártelo, igual que cualquier simple célula a través del tiempo.»

Professor Samuel Norman. Lucy (2014)

De lo poco o mucho que he aprendido a lo largo de mi vida, quiero comenzar a dejarlo plasmado por este medio, y si con ello logro ayudar a alguien a quien el contenido le parezca de utilidad ¡Enhorabuena!

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